Si bien ya se han producido más de 100 bodas entre parejas del mismo sexo en Argentina desde la aprobación de la ley 26.618, la que tuvo lugar ayer en la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa no fue una más.
El dato relevante fue la intervención en la misma de la Jueza de Paz Marta Covella, aquella que a poco de sancionada la ley advirtio que no celebraria uniones entre personas del mismo sexo aduciendo “fundamentos religiosos”. Luego de sus polémicas declaraciones la funcionaria pública hizo una retractación no del todo clara, aunque dejó entrever que habia revisado su negativa a cumplir con lo que la flamante ley de matrimonio igualitario disponia.
Ayer finalmente cumplió su palabra aunque fue cauta y breve. Desarrolló su discurso con distancia, sonrió ante la mirada de las futuras cónyuges y se negó a hacer declaraciones públicas.
La ceremonia, desarrollada alrededor de las 11 en la sede del registro Civil, fue presenciada por familiares y amigos de la pareja como así también una gran cantidad de medios periodísticos locales.
Patricia Ponce de 27 años y María Sabrina Soria de 37, son amas de casa residentes en la ciudad del noreste pampeano y hace varios años que están juntas aunque tienen hijos con sus antiguos maridos. Coincidieron que fue una fecha muy importante y “emocionante” y que nunca se sintieron discriminadas por la gente.
Ponce sostuvo que a raíz de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario, varias personas del mismo sexo van a animarse a unirse en matrimonio.
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