martes, 9 de agosto de 2011

¿La Comida puede ser gay?

Información de la Revista Tentempié.
por  Natalia Calderón Beltrán
 

Con la ocasión de la semana del orgullo gay, decidimos darnos una vuelta por el barrio de la comunidad LGBT para ver qué comida especial nos deparaba, y esta pequeña panadería fue nuestra más agradable sorpresa.
La comida, no tiene sexo, por ende sería absurdo hablar de comida gay. Esta semana se celebra el orgullo gay en todo el mundo, así que empezamos a caminar por los barrios gays, para ver qué podría haber de peculiar en donde abundan las insignias de “gay friendly”, en la puerta. Los lugares más tradicionales de la comunidad LGBT están en el centro de la capital gala. Tradicionalmente es por rue de Montorgueil, donde estuvieron los primeros bares y restaurantes donde las parejas de mismo sexo no se sentían discriminadas, y abrieron su espacio, sin que hubiera una comida particular porque, volvemos a eso, la comida no tiene sexo. Luego se fueron extendiendo hacia el oriente y tomaron su cuartel general en el Marais, barrio judío y ahora gay que se convirtió uno de los más chic y animados de la capital. Aquí no será extraño ver muchos restaurantes que exhiben banderitas arco iris, y se puede ver a muchas parejas de la comunidad LGBT, y los restaurantes y bares abundan eso sí, muy desiguales todos.
Y justo en el medio de este barrio, donde se encuentra una de las calles más gays de nuestro amado Marais,Sainte Croix de la Bretonnerie, caímos en una agradable sorpresa. Sin más ni más, se abren las puertas de Le Gay Choc, una pequeña panadería (con humanos que atienden) que vende los panes y pasteles más divertidos que haya visto en años: Panes, chocolates, tortas, merengues y galletas en forma de penes. Todos los productos tradicionales de una panadería se declinan de manera gay.
Le Gay Choc
Le gay choc, uno de los establecimientos más respetados del barrio gay de París. © Natalia Calderón
Pudimos hablar con su fundador, que por irreal parezca, se llama Richard Legay. Ricardo el Gay en castellanoo, y no es un pseudónimo, nos confirmó. Hace diez años decidió retomar la tradición familiar de la panadería y abrió esta, con la idea de que al ponerla en el centro del barrio gay, pudiera hacer parte armoniosa del lugar. Es así como nace esta curiosa y muy buena pastelería. Así el nombre sea “Lo gay  escandaliza”, la verdad es que este lugar siempre ha sido tomado con el buen humor que caracteriza a su dueño, y más bien, son los vendedores quienes terminan escandalizados con las señoras de edad que llegan emocionadas pidiendo panes en forma de penes, obviamente usando palabras que según ellos no estaban en el vocabulario de sus abuelitas.
Aquí se pueden encontrar los “zizi choc”, pequeños chocolatitos, que según nos cuenta su dueño, son para “degustar y lamer delicadamente, y sorprenderse con la explosión de azúcar del interior”. Pero definitivamente, el producto estrella es, de nuevo y como por variar, el pan, la sencilla baguette, que acá se llama baguette magique: una varita mágica que se convirtió en todo un mito urbano. La costumbre es que las jóvenes próximas a casarse hacen una despedida de solteras donde la novia obedece durante todo un día a sus amigas haciendo lo que ellas le mandan. Muchas llevan a su amiga a pedir una  “baguette mágica”.
Baguette Magique
La Baguette Mágica necesita poca descripción Cortesía revista
Tentempié.
Todos sus productos tienen un pequeño toque original y es por eso que para la fiesta del orgullo gay hicieron una creación con inspirándose en su savoir faire pastelero y agregándole la bandera arco iris característica de la esta comunidad, y con este pastelito conmemoraran toda la semana… pero tienen que llegar temprano por que se van literalmente como pan caliente.
Para colmo de males, la panadería es tan querida por la gente del barrio y por la comunidad, que muchas veces patrocina eventos grandes, incluso en las discotecas más selectas de la ciudad. Y realmente, esta panadería de barrio que puede darse un lujo así…
Hay otras dos boutiques, pero no se encuentran esos productos especiales. Sin embargo, nunca duden en tomar su sánduche ahí. Yo que dejé de comerlos hace tantos años después de varios panes mojados y ensaladas congeladas, pero puedo decir que me reconcilié con los sánduche y diría que son los mejores de la ciudad, y la ventaja es tenerlo a dos pasos de los lugares turísticos de la capital. Insisto, no duden en pasar por un sánduche gourmet por aquí, o incluso por una deliciosa baguette magique.
Y sí, la comida puede también tener su versión gay

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