Apenas recuerdo su nombre, ya la noche embejecia a mi lado y el tiempo me pedía a gritos que volviera, vestía de blanco el diablo, su nombre escrito en francés y su manos la suavidad de aquello que te hacia a la tentación, el diablo vestía de blanco, zapatos de mocazine blanco, pantalón fino y un saco a su moda, su mirada me atrapaba, y en su mano el anillo del tiempo, el diablo me tentó, el diablo vestía bajo ese hermoso saco el color perfecto, intenso como la sangre, del rojo mas perfecto jamas haya visto, el diablo me mostró su secreto y quede tentado en aquella caricia que dejo sobre mi mejia, mas en su otra mano el bastón de marfil blanco con acabado de plata en su agarre un becerro con los cuernos hacia atrás, era hermoso tan hermoso que te tentaba todo lo que el tenia, y la noche me envolvió y las horas se escaparon haciéndose lenta mas la noche, y aquel hermoso jaz que sonaba era mi noche, entre copas de vino y miradas atentas a lo que sucedía, nada importo en ese momento ya el diablo me había tentado.
Y venia por mi, mas aun no sabia que yo era su final, y salimos por la noche caminamos a oscuras y apenas su pelo rubio iluminaba el camino, era fuerte, mas no sabia que yo era un ángel a su lado y tenia ganas de su amor, aun sabiendo que en su corazón no existía el amor de verdad, las estrellas me gritaban, y el cielo me ignoraba, y en la noche menos esperada me atrapo entre sus manos, sujetando así mis alas y me elevo a su infierno, y me desgarro mi amor en pedazos, ya no era el mismo, ya algo en mi había muerto por completo, nadie me escucho, nadie me ayudo.
el diablo me tentó en su noche, arrastrándome a su calor, mas mis alas desistían a sus ardientes manos que me quemaban y fue entonces que la luz de un hermoso ángel llego clavando así en su corazón la espada que mato la pasión de mi dolor y los cielos se abrieron los mares callaron, el tiempo se detuvo y mi sangre corría por los mares.
Por Rodrigo Escobar
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