
Dejando a un lado consideraciones religiosas, sociales o costumbres propias de cada país, es un hecho comúnmente admitido que aquellas personas circuncidadas tienden a tener menor sensibilidad en el glande. La piel del glande es extremadamente sensible: un roce continuado, monótono y rutinario puede hacer que a la larga se disminuya la sensibilidad. Por eso el prepucio (piel que envuelve al glande) es fundamental para mantener la sensibilidad del mismo.
En respuesta a esta consulta, en principio una sobre-estimulación del glande por masturbación, ayudado de vaselina, no tendría que incidir en la pérdida de sensibilidad. Lo que parece claro es que cada vez necesitará mayor tiempo de estimulación para conseguir el orgasmo que antes alcanzaba en menor tiempo. Cada persona debe encontrar el punto de equilibro entre tipo de estimulación y duración de la misma; de tal modo que ni sea excesivamente corto (eyaculación precoz) ni excesivamente largo, como en el caso que nos ocupa.
Dando por hecho que no existiera ninguna disfunción física, en todo caso si el problema persiste, sería conveniente que consultase con un especialista en Psicología-Sexología.
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